martes, 15 de octubre de 2013

INVERTIR EN TENJO, VALE LA PENA!

domingo, 8 de septiembre de 2013

DE COMO SE COMPRA UN PREMIO

"un profesor dice a sus alumnos: que palabra se puede armar con las siguientes letras... P, E, T ,R ,O; la mayoría a coro exclamaron PETRO!, pero el profesor les contestó: Están equivocados, la respuesta correcta es ¡TORPE!." 
Ese chiste que es viral, pues se refiere en cualquier reunión y se encuentra en muchos comentarios de las redes sociales, es uno de los que mejor definen al Alcalde de la ciudad Capital, Bogotá.

No dudamos de muchas de sus buenas intenciones, pues el romanticismo de miles de miembros de la guerrilla de los 80s estuvo lleno de él. No olvidemos a su gran líder e ideólogo, Jaime Bateman Cayon, que cuando hablaba de su gran sancocho nacional y el país con el que soñaba, sus palabras eran verdaderos disparos de romanticismo e idealismo y estamos seguros que Petro en su juventud estuvo lleno de él y aún algo le debe acompañar.

No queremos que se interprete este comentario como un comentario en contra de una Política benéfica para el medio ambiente, ¡no, de ninguna manera!, iría en contra de los principios e ideales de quienes escriben; pero lo que si se quiere es acabar con los juegos maniqueos y la desinformación con que rampantemente este señor y su equipo de trabajo engañan a los Colombianos y principalmente a los Bogotanos, en una ciudad que en los últimos días ha sido víctima del desorden y la improvisación.
¿Ustedes, desprevenidos lectores, creen de verdad que el premio de Londres fue verdaderamente otorgado por el altruismo y la sana política de defensa al medio ambiente que acompañan a la administración actual de la ciudad?, con todo respeto: están equivocados. 

La verdad es que este premio fue otorgado como recompensa a la jugosa compra hecha por la capital de más de 200 buses híbridos con un costo superior a 3,5 billones de pesos a la multinacional sueca Volvo, socia de Siemens en el desarrollo de sus vehículos eléctricos. Y, Siemens a su vez es la patrocinadora oficial del premio que lleva su nombre “C40 Siemens de Ciudades Sostenibles”.

Angus Mackenzie, periodista y empresario canadiense en su columna del 23 de abril de este año en el portal web gizmag se refiere a esta asociación: “Fundada en agosto de 2011, el mandato de Siemens y la asociación de Volvo ha sido la de desarrollar vehículos eléctricos y sistemas. "Añadir la solución de carga rápida mejorará radicalmente el tiempo y el kilometraje para el uso diario del coche", afirma Lennart Stegland, vicepresidente de sistemas de propulsión eléctrica para el Grupo Volvo Car ".”

Así pues, los Colombianos y especialmente los Bogotanos, acostumbrados como estamos, a ver con perspicacia toda la información que se nos presenta y más aún la relacionada a una administración que desde el principio no ha ahorrado palabras ni hechos, (sin éxito a mi modo de ver), para proyectarse a una candidatura presidencial, este premio nos deja un sabor amargo más que una sana alegría, si lo vemos en perspectiva, y saltan las preguntas: ¿Por qué se aumento el kilometraje de vida útil de los vehículos de transmilenio?; ¿porqué a pesar de los múltiples gerentes que ha tenido la empresa, aún no se han podido establecer los términos y condiciones de la nueva licitación que, por cierto, ya debería estar adjudicada?; ¿porqué a unos empresarios “capitalistas, dueños de las herramientas de trabajo - los buses- de buenas a primeras y en un gesto de indudable altruismo les da por comprar unos buses híbridos?; ¿Por qué, perdido en una nota por allá en la sección de varios de diferentes medios de comunicación se anuncia que se está estudiando una APP (alianza publico privada), para comprar buses híbridos y eléctricos para las nuevas rutas de SITP y Transmilenio en la capital?; ¿Por qué, con vista a una nueva licitación y para no contar con un solo proponente de un sistema hibrido, a última hora y con bombos y platillos, coincidencialmente con la entrega del premio, se hace la presentación de los taxis eléctricos que, por una casualidad de esas que hay en la vida, son la versión china (de bajo costo) de los desarrollos de Sharp y Siemens?

Hilar finito decían las abuelas, pero en una ciudad que ha sido saqueada, vilipendiada, y degradada es más una responsabilidad social que una posición política.


http://www.elespectador.com/noticias/bogota/bogota-gano-galardon-iniciativa-ambiental-articulo-444263
http://www.byd.com/news/news-142.html

viernes, 26 de abril de 2013

Suites Completamente Amobladas. en Bogotá

Suites Completamente Amobladas. en Bogotá

YO QUIERO UN METRO, NO UN CENTIMETRO.



Tren 3000Hace  más de 70 años se viene hablando en nuestra capital de la necesidad de la construcción de un Metro. 

Muchas discusiones y muchos metros se han inaugurado en el mundo desde ese entonces, pero en mi ciudad, la ciudad de todos, no ha sido posible.

Así fue como se inicio, término y se puso en funcionamiento el metro de Washington, el de Caracas, el de Salvador, el de Bahía, el de Santiago, el de MEDELLIN, y Bogotá no ha pasado de estudios y papeles, mas estudios y mas papeles.

Decía un comentarista hoy en la radio, que no hay nada más popular para un administrador municipal, que el poder mostrar las grandes obras que realizó cuando estuvo en su periodo administrativo y es cierto: ¿Cuántos años llevábamos reconociendo la visión futurista del General Gustavo Rojas Pinilla, hasta que llegaron sus nietos, Samuelito e Ivancito, y acabaron con la ciudad?; ¿cuántos años llevamos reconociendo la gran obra de Fernando Mazuera quien  realizó la compra de terrenos para la construcción de la  represa de Chisacá, sentó las bases del proyecto Tibitó-Teusacá, empezó la calle Veintiséis, amplió la carrera décima y compró los lotes para el parque metropolitano de la Florida, siendo un gran aporte en la transformación de la ciudad?,  (sin contar los innumerables barrios y proyectos de vivienda desarrollados por su empresa a lo largo y ancho de Bogotá); ¿cuántos años llevamos recordándole su progenitora a Andrés Pastrana Arango, por su desastroso y costoso experimento de la troncal de la Caracas – que justo es reconocer – nos dio importantes enseñanzas de que no hacer para lograr que la ciudad se modernice;  El puente de la calle 92 que conecta a la Carrera 30 con la Autopista Norte que por su mal diseño causó varios accidentes y que por su debilidad estructural se desplomó en dos ocasiones hasta que fue restaurado en su totalidad durante la administración de Enrique Peñalosa?. Con todo y todo a Pastrana, le alcanzó su popularidad para ser presidente de Colombia y entregar medio país a las Farc. (pero eso es harina de otro costal).  Justo es reconocer que durante su administración se creo oficialmente, la empresa del Metro de Bogotá cuyo primer gerente fue un doctor Fidalgo, que no paso a la historia sino por nada más que montar sus oficinas en un lujoso edificio de la calle 72.

Pero a lo que vinimos vamos: ¿Es necesario un metro como con rimbombantes bombos y platillos está anunciando la des-administración  de Gustavo Petro?; muchos argumentos en pro y en contra hay hoy en día sobre este tema: que genera empleo, que la cara de la ciudad cambia – como en Medellín que el parque de Berrío se enmarcó por un puente en cuyos bajos hoy proliferan los vendedores ambulantes y gran parte del hampa de la ciudad -  que se generará una “mejor infraestructura para la ciudad”, que se mejoraran los tiempos de viaje de los ciudadanos que viviendo en la periferia deben llegar al centro de la ciudad y su centro ampliado para cumplir con su jornada laboral, etc., etc., etc..

El metro así planteado, en mi concepto, no pasa de un centímetro. Y la pregunta necesaria es: ¿vale la pena endeudar la ciudad de esa forma por la implantación de un sistema de transporte masivo, que no solucionará el problema de movilidad de la ciudad?, no lo creo.

Un metro, que arranque desde el Tintal, hasta la (primero de mayo o avenida primera – a pesar de los costosos estudios realizados hasta el momento aún no se ha decidido y se tienen las dos alternativas – (Ricardo Bonilla, secretario de hacienda de Bogotá en declaraciones a mañanas Blu el 26-04-2013 http://www.bluradio.com/#!27495/la-ruta-del-metro-ya-esta-definida-dice-administracion-de-bogota) hasta el centro de Bogotá y por la carrera 13 hasta la calle 127, no pasa de ser un centímetro.

Cuando era niño, y me decían vamos a Usaquén, pensábamos en el dulce olor de la mazorca asada a la orilla de la carretera, y si el paseo dominguero se ampliaba hasta Chía, pensar en el almuerzo en Arrieros semos, era una gran ilusión que nos permitía sobrellevar este trecho.  O si de cambiar la ruta se trataba ir “hasta” Soacha era un viacrucis que solo se aguantaba cuando el premio de las garullas o almojábanas con masato de arroz llegaba a nuestros labios.  Municipios “anexos” a la ciudad capital, enseñaban en tercero de primaria en los colegios de Bogotá en ese entonces eran; Soacha, Bosa, Suba, Chía, Usaquén.  Con el pasar de los años Bosa, Usaquén y Suba, formaron parte de la ciudad.  

Pero así como estos municipios anexos fueron absorbidos por la ciudad, la población trabajadora de  la misma y los más pudientes buscaron nuevas y mejores condiciones de vida o sobrevivencia; es así como hoy son consideradas ciudades dormitorio de Bogotá, Facatativá, Funza, Mosquera, Madrid, Cota, Soacha, y Chía entre otras.  Y es una gran realidad.   ¿Cuántas rutas de buses y con qué frecuencias salen de estos municipios hacia la capital por la calle 13, la calle 80, autopista del sur y “troncal del norte”?, no hay sino que estudiar las cifras de la cantidad de vehículos que pasan por los peajes de estas salidas de la ciudad, restar un 15 o 20 % que son vehículos que van a otros destinos diferentes a estos municipios y la cifra es asombrosa.  Un gran porcentaje de la “masa trabajadora” vive en estas ciudades dormitorio. Y por conocimiento propio me atrevo a aseverar que no hemos contabilizado los habitantes de La Calera, Zipaquirá, Tocancipá e intermedias que trabajan en la capital viajan todos los días  y utilizan el transporte público para llegar a sus sitios de trabajo. No cuento los estudiantes para no hacerme repetitivo y un tanto cansón.

No en balde durante muchos años se ha hablado del “tren de cercanías”, el “tren de la sabana” y otros proyectos que buscan beneficiar esa masa trabajadora y ahorrar tiempos de viaje y hacer más eficiente la ciudad para aumentar su productividad; Medellín afortunadamente, ha pensado en el “área metropolitana” para expandir las líneas del metro y así ser más eficiente y eficaz en su acción, y llevar esa gran masa trabajadora a la ciudad;  pero a Bogotá, o mejor a los dirigentes de turno,  ese tema no les interesa, (miope visión si se está pensando en una campaña presidencial). La improvisación, la falta de voluntad política y no de recursos, ha hecho que los proyectos de sistemas  de transporte público pensados con mentalidad de largo plazo fracasen. 

En 1979 si mi memoria no me falla, asistí  a una conferencia organizada por Clacso, la OEA, la Fundación Foro Nacional por Colombia en la que el urbanista Jordi Borja Sebastiá Asesor de Planes Estratégicos de Rio de Janeiro, Bogotá y Medellín, y el gran transformador de ciudades como Barcelona, hablo de la necesidad de pensar la ciudad en términos no de un periodo administrativo sino de muchos periodos administrativos y poder visualizar la misma en términos  grandes, en términos de macro proyectos y pronuncio varias frases que me impactaron y desde entonces han dado vueltas en mi cabeza:  “no hay que tener miedo a demoler”, “Bogotá se va a quedar sin vías, la caracas va a ser insuficiente en pocos años”; “La ciudad debe tener clara su relación con los municipios vecinos y cuidar el espacio cultivable”; “es necesario pensar en un sistema de transporte público de carácter metropolitano”. Si mis cuentas no fallan, eso fue hace 34 años. 34 años en los que miles de líneas se han escrito sobre la necesidad de un sistema de transporte masivo para la ciudad.

Pero hoy 34 años después, y más de 70 desde que se vislumbro por vez primera esta necesidad,  la mentalidad de los gobernantes de turno no da para más.  Solucionemos el problema de cómo llegar de Kennedy al norte en poco tiempo, pero no solucionemos el problema de la gran masa trabajadora de la ciudad, al fin y al cabo lo que nos interesa es pasar a la historia como los que iniciamos la obra. 
¿Iniciar una obra sin terminar otra?; Transmilenio aún no está concluido.  El desgreño administrativo de las dos últimas administraciones, en particular, han hecho que el sistema colapse: las rutas alimentadoras se han quedado cortas por falta de buses y organización del sistema; las troncales que deberían entrar en servicio, desde hace ya varios años, no lo han hecho; se decretan bajas de costos y subsidios sin estudios previos;  se aumenta por decreto la vida útil de los buse; se ha bajado la guardia en cuanto a su mantenimiento pues es deficiente en estaciones accesos y vías;  y,  no toquemos el tema de las licitaciones amañadas que entregan un doble sistema de tarjetas para ingreso haciéndolas incompatibles y el trazado de rutas del SITP a priori, sin estudios serios, lo que hace que permanentemente veamos buses azules completamente desocupados transitando por la ciudad, bien sea porque la ruta no es viable o porque no se puede acceder  al sistema por no tener la tarjeta adecuada.  Con todo y todo,  un sistema pensado a largo plazo aún cumple con su misión y transporta un importante número de ciudadanos  mayor a lo que transportaría en sus mejores épocas el centímetro en el que están pensando nuestros dirigentes.

Es hora de decir NO MAS, es hora de exigir seriedad a nuestros administradores y exigirles que piensen en el largo plazo, que sean prácticos, que la ciudad no está desligada de la región, son concomitantes y dependientes la una de la otra y en ese orden de ideas hay que pensar en un Metro para la ciudad y la región y no en un Centímetro para una parte de Bogotá.  Unámonos a esta propuesta y exijamos la construcción ordenada de un metro viable para los ciudadanos y no un centímetro para el ego de algunos dirigentes.

miércoles, 20 de junio de 2012


E. L. James: «A las mujeres les gustan las fantasías sexuales porque lo más erótico de su cuerpo está en su cabeza»

La novela erótica «50 sombras de Grey» es el fenómeno editorial de la temporada: 15 millones de ejemplares vendidos, derechos de traducción comprados en 40 países y una película en ciernes

Día 19/06/2012 - 16.32h
"A las mujeres les gustan las fantasías sexuales porque la parte más erótica de su cuerpo está dentro de su cabeza", sostiene Erika Leonard James, la autora del exitoso libro "Cincuenta sombras de Grey" que, con esta fórmula, ha encontrado un filón en el público femenino seducido por el romance erótico.
E. L. James, siglas bajo las que se escondía para proteger a sus hijos de la fama que ha alcanzado por la novela erótica, vive en las afueras de Londres y ha convertido su primera novela en un fenómeno editorial: 15 millones de ejemplares vendidos, derechos de traducción comprados en 40 países y derechos cinematográficos ya adquiridos.
"Cincuenta sombras de Grey" (Grijalbo), dirigida sobre todo al público femenino, explora la tórrida relación entre Christian Grey, un apuesto multimillonario que arrastra una infancia de abandono, y Anastasia Steel, una tímida joven universitaria que se entrega a las prácticas de dominio y sumisión a las que éste es adicto, encuentros sexuales relatados con detalle a lo largo de la novela.
"Creo que he destapado algo porque a todos, en cierto modo, nos gusta tener la fantasía del control. ¿Quién no ha pensado, harto de organizar todo, lo agradable que sería que otra persona nos llevara el control?", se pregunta E.L. James, de 48 años, en rueda de prensa en Madrid. "Fantasía" es la palabra, el hecho de que cada lectora pueda vivir "dentro de su mente" una historia como la protagonizada por Grey y Steel, considera la autora.
Porque, explica James, Christian Grey es un personaje "del mundo de la fantasía: ridículamente guapo, absurdamente rico"... Pero, añade, si además de las mujeres, los hombres también leen este tipo de novela "habrá un diálogo entre hombres y mujeres sobre estos asuntos y de ahí se puede pasar a palabras mayores...".
Tras su éxito en Estados Unidos, la versión en castellano de la primera obra de la trilogía llegó a las librerías el pasado 6 de junio. Desde la primera semana, según la editorial, se ha convertido en el libro más vendido en España. La escritora británica asegura que no se esperaba tal éxito: "Puede que a las mujeres les guste leer novelas de amor y fantasías sexuales, algo que les aleje del runrún de la vida diaria. Puede que se trate de una vía de escape".
Quizá por ello, explica que ha recibido varios correos electrónicos de lectores dándole las gracias porque la novela les ha hecho mejorar su estado de ánimo. E.L. James dice desconocer si su obra ha llenado un hueco en la literatura erótica: el punto de vista de una mujer en una relación sadomasoquista, pero insiste en que no escribió esta novela para los hombres, sino para las mujeres, para sí misma y para su "propio placer".
Indica que no se dedicó a recopilar material sobre las relaciones sadomasoquistas sino que "había leído un poco sobre el tema" y le motivó. "Soy lectora de novelas románticas, con sexo, claro", aclara para agregar después cómo el oscuro Christian Grey y la virginal Anastasia son personajes que se fueron desarrollando a medida que iba escribiendo.

Un peculiar príncipe azul

La pareja continúa sus vivencias en las otras dos entregas, "Cincuenta sombras más oscuras" y "Cincuenta sombras liberadas", que saldrán a la venta en España el próximo 4 de julio. Lo que pretendía, dice la autora, es reflejar lo que sucede en una relación cuando la persona que se conoce tiene un tipo de vida específico que no se comparte.
Y es que Grey no es el clásico príncipe azul de las novelas románticas: exige a la protagonista someterse por contrato a sus sorprendentes apetencias sexuales, una relación sadomasoquista en la que él será el dominante y ella la sometida. "Hay que leerse la segunda novela de la trilogía para descubrir que ella es mucho más fuerte que él", avanza E.L.James, que destaca también la intriga y las sombras que puede ocultar el protagonista y de las que Anastasia le quiere liberar.
"Es una fantasía basada en el concepto de redención, el amor que lo conquista todo", concluye la autora, que asegura tener una relación muy romántica con su marido. Tras las novelas vendrán tres películas, una por cada volumen de la trilogía. James tiene muy claro qué actores podrían protagonizarla, pero agrega: "No digo nada porque no puedo".

Muere Fotografo Argentino


ARTE

Muere el fotógrafo argentino Horacio Coppola

El mítico artista de la Bauhaus, compañero de Grete Stern, ha fallecido a los 105 años en Buenos Aires

Día 19/06/2012 - 18.15h
El mítico fotógrafo argentino Horacio Coppola, símbolo de laBauhaus, la escuela de arte que se convirtió en uno de los mayores movimientos artísticos del siglo XX, ha fallecido a los 105 años en Buenos Aires, según ha confirmado la galería de arte Jorge Mara-La Ruche.
Casado con la fotógrafa alemana Grete Stern, a quien conoció antes de la Segunda Guerra Mundial en Weimar mientras realizaba sus estudios en la Bauhaus, Coppola realizó la película «Traum» en 1933 junto a Walter Auerbach. Entre 1934 y 1935 residió en Londres y París, donde realizó retratos que ya son clásicos de Mar Chagall y Joan Miro. Coppola también trabajó para «L'art de la Mésopotamie» (sobre las colecciones del Louvre y del British Museum).
Compró una Leica de la que no se separó jamás y después se instaló en Buenos Aires junto a su esposa, donde alcanzó la fama y el reconocimiento gracias al libro «Buenos Aires 1936». Formó un grupo artístico junto a Grete Stern, Annemarie Heinrich, Anatole Saderman y Juan di Sandro, que se convirtieron en los grandes fotógrafos argentinos de antes de la Segunda Guerra Mundial.

Rodeado de cultura

Nació en Buenos Aires en 1906 en una familia de inmigrantes genoveses y se crió en un ambiente donde predominaba la música, la litertura y la filosofía. En 1929, a los 23 años, fundó el primer Cine-Club de Buenos Aires. Alcanzó la fama a los 21 años gracias a una serie sobre Buenos Aires para la primera edición de la obra «Evaristo Carriego», de Jorge Luis Borges.
Olvidado en los años 70, su obra de la déacada de los 30 fue resdescubierta en la década de los 80 y expuesta en 2005 por la galería Jorge Mara-La Ruche en Arco y en ArteBA, en Buenos Aires. Al año siguiente, el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba) organizó una retrospectiva de su obra de los año 20, 30 y 40.

jueves, 14 de junio de 2012

Nereo Lopez Meza

NEREO LÓPEZ-MEZA 

A sus noventa años, el maestro cartagenero Nereo López , considerado uno de los más grandes retratistas de Latinoamérica, dice que sigue siendo un apasionado de su oficio.

Es uno de los fotógrafos más reconocidos de Colombia. Comenzó su carrera en Barranquilla, Colombia, en 1952, cuando trabajó como corresponsal de fotografía para los periódicos nacionales El Tiempo y El Espectador, y para la revista Cromos.

Entre los logros más importantes de Nereo se encuentran la dirección y actuación en el film experimental, "La Langosta Azul" (The Blue Lobster) en 1954, el debut como libretista del novelista colombiano Gabriel García Márquez. Nereo ganó el Primer Premio en el Concurso Internaciónal de Fotografía de Kodak en la Feria Mundial de Nueva York en 1963. Fue además el único fotógrafo colombiano seleccionado para viajar con el Papa Pablo VI en su viaje a Sudamérica. En 1982, Nereo fue el representante oficial de fotografía de Colcultura (la agencia colombiana de cultura) en Estocolmo, Suecia, donde cubrió la ceremonia del Premio Nóbel y la presentación del premio a Gabriel García Márquez.

Su ilustre carrera fue reconocida además cuando el Centro de Enseñanza y Cultura Fotografíca abrió en Bogotá en 1987. Nereo: Homenaje Nacional de Fotografía fue publicado en 1998. Recibió también la Gran Orden del Ministerio de Cultura de Colombia, el más alto honor que puede recibir un artista en Colombia. En el año 2000, el Presidente colombiano Andrés Pastrana le otorgó la Orden de Boyacá en el grado de Gran Oficial, la máxima condecoración que otorga el gobierno colombiano a sus ciudadanos.

La fotografía de Nereo es reconocida como una de las más importantes documentaciones visuales de la historia de Colombia.

ha pasado sesenta de sus 92 años trabajando para los mejores periódicos y revistas de su país, viajando alrededor del mundo junto a personalidades como Gabriel García Márquez y el Papa Pablo IV, y capturando con su lente visitas a Colombia de presidentes como John F. Kennedy y Richard Nixon. Sin embargo, lo que verdaderamente revela su genio como fotógrafo son sus ensayos fotográficos de lugares como el corazón de la jungla Amazónica, las calles de Bogotá, o recorriendo el río Magdalena (el cual volvió famoso el libro de García Márquez El amor en los tiempos del cólera). 

Nereo López

Nereo López
24 de abril de 2006
Una Semblanza
El archivo fotográfico de Nereo López es una de las muestras más importantes y reconocidas del país, tanto por la calidad de su bora como por la variedad de imágenes que lo conforman, gran parte de ellas dedicadas a la diversidad recursos_user/documentos/migracion/musical colombiana que se ha mantenido de generación en generación.
Justamente con imágenes tomadas entre 1950 y 1970 se ilustra la exposición Al son de la tierra, Músicas tradicionales de Colombia que se exhibe actualmente de manera simultánea en todos los municipios de Colombia.
Por Sergio Zapata
Nereo ha cultivado la palabra y las imágenes a lo largo de sus ochenta y cinco años de vida. Nació en 1920, en Cartagena, y antes de cumplir los veinte años se encontró, casi por accidente, con una cámara fotográfica entre las manos. A partir de ese momento ha acumulado miles de negativos y de fotografías que hoy conforman uno de los patrimonios gráficos más importantes del país. Ha guardado historias, una agilidad sorprendente, vitalidad y la irresistible energía que le impide detenerse aunque sólo sea un momento para descansar entre sus múltiples ocupaciones. Mientras está en Bogotá, unos pocos meses al año, despierta temprano, come frugalmente un platón de cereales o una fruta e inicia su jornada todos los días a las cinco y media de la mañana. Su alimentación se limita a dos comidas diarias, que controla religiosamente y lo mantienen en forma. Nereo ha sido casi autodidacta: aprendió de un fotógrafo itinerante los secretos del revelado y los puso en práctica utilizando platos de cocina como recipientes para las películas, en una época en la que escaseaban los insumos fotográficos y en la que comenzó a adquirir libros sobre la materia cuando aún eran una rareza en el país. Hoy, su apartamento del centro de Bogotá no suma más de cincuenta metros cuadrados y está lleno de archivos de todo tipo: una colección de libros sobre fotografía, enciclopedias, cintas magnetofónicas, discos de larga duración y cajas con cientos de negativos que están catalogados con una precisión y un código sólo comprensibles por él mismo.
Nereo habla. Cuenta sin parar historias inconfesables que se resisten a ser registradas por cualquier grabadora de bolsillo, y le abre las puertas de su casa a cualquiera que quiera conversar con él. Recuerda sus tiempos de la Langosta azul, cuando fue llamado a participar, en calidad de director de fotografía, en el rodaje de la primera película colombiana “con un argumento surrealista de ciencia ficción” y terminó siendo el actor principal; se pasea por el recuerdo de amigos, por los días de La Cueva en los que intimó con el grupo de Barranquilla, regresa a sus correrías y a su dedicación al administrar el Teatro Libertador de Barrancabermeja cerca de 1947. ¿De dónde ha sacado tanta energía este hombre que no para de reírse con sus propios cuentos y que baja la voz socarronamente cuando decide relatar una aventura con una mujer perdida en la geografía colombiana? Del trabajo, confiesa. Y de la búsqueda incansable de la imagen perfecta. Y de la curiosidad. Y de las ganas de vivir a plenitud. Aunque ha conocido personajes encumbrados Nereo no cambia. Habla con el hombre de la esquina como lo haría con un presidente. Observa a las mujeres con el ojo del fotógrafo y con el ojo del hombre caribe que es. Regala con sus historias al vecino más cercano y es atento, siempre ofrece bebida a sus visitantes.
Entre 1952 y 1957 se convierte en corresponsal para Barranquilla de los periódicos El Tiempo y El Espectador. Poco después se le ve en Bogotá como jefe de fotografía de la revista Cromos. En el 58 funda su propia agencia noticiosa. En los últimos años ha sido galardonado con numerosos premios, entre ellos el Premio Vida y Obra que otorga el Ministerio de Cultura, en el 2002, la Cruz de Boyacá en el 2000, condecoración más importante que otorga el Gobierno Colombiano a aquellas personalidades colombianas y de países amigos que han sobresalido por la excelencia en sus servicios al país y recibió el Homenaje Nacional de Fotografía, junto con la “Gran Orden del Ministerio de Cultura” en 1997.
Nereo está acostumbrado a calzar botas. No entiende de otro vestido para sus pies. Y duerme sobre un camastro sencillo y duro, como lo haría un asceta en su celda. ¿Guardar para el futuro? Esa no es una posibilidad para Nereo, quien vive su día como si fuera el último.
Recorrió el país cuando trabajaba como corresponsal para la revista brasilera O’Cruzeiro en la década de 1960 y aún conserva material que le daría para hacer una decena de libros. De ahí sale buena parte de las imágenes que conforman esta exposición sobre músicas tradicionales de Colombia. Siempre con el ojo en la escena callejera, entrenado en el oficio de la reportería gráfica, Nereo retrató la vida cotidiana de los colombianos incansablemente y ahí reúne imágenes para más publicaciones. Las tiene organizadas por temas, con textos breves escritos por Manuel Zapata Olivella, en encuadernaciones rústicas que paga de su bolsillo y que presenta con vehemencia. Conserva una colección enorme de discos de vinilo y un reproductor estereofónico invaluable. Vive en Nueva York y tiene planes para embarcarse en un motor que lo conducirá a lo largo del Amazonas desde Leticia hasta Manaos. ¿Sus fotografías? Son tantas, están cruzadas por tantos personajes captados al vuelo, se entremezclan con paisajes y hombres anónimos y se animan unas a otras alimentadas por la vigencia estética de su textura que sería inútil hablar de ellas. Lo dicen todo en sí mismas. Sin embargo, Nereo las revisa una y otra vez, en un afán por digitalizarlas que las convierte en documentos vivos de su tiempo, que no es otro que el de la segunda mitad del siglo XX. Aunque ha realizado su obra él se resiste a terminarla, la actualiza con puntadas casi a diario, la reinventa y se reinventa a sí mismo. Sus archivos, gran parte de ellos al cuidado de la Biblioteca Nacional de Colombia, responden a distintas catalogaciones: hombres de música, regiones geográficas, personajes del común, toros, ríos y mujeres, siempre mujeres que se cuelan entre los negativos del fotógrafo para ser luego examinados con paciencia y transformados en imágenes cargadas de color, porque Nereo experimenta, se alimenta de nuevos materiales y le da a su oficio un nuevo aire producto de su contacto con la tecnología. Durante más de medio siglo ha captado la vida de un país que hoy vuelve sobre sus tradiciones al desarrollar, dentro del Plan Nacional de Música para la Convivencia, un Programa de Músicas Tradicionales, el mismo que es presentado ahora y en el que se reconoce la vigencia de un trabajo gráfico que se preocupa por la tierra, sus habitantes y las costumbres que los identifican.

(Tomado de la pagina web del Ministerio de cultura y la Página Web de la Editorial Campana)

Imagenes de Nereo Lopez: